Cuidado que revienta
El único juego en el que vas a querer perder para poder ganar
Esta publicación también se puede escuchar:
«No dejamos de jugar porque envejecemos; envejecemos porque dejamos de jugar» George Bernard Shaw
De mesa, de azar, deportivo, mental, simbólico, libre, individual, en grupo.
Juego, juego, juego y más juego. En estas últimas semanas, por uno u otro motivo, tarde o temprano me encuentro pensando en el juego. No, no tengo un problema de adicción, por suerte. No es que estoy pensando en ir al casino a probar mi suerte en el tragamonedas. No, no, no. No viene por ahí la cuestión.
El juego en el que pienso es ese en el que nos perdíamos cuando éramos chicos: el juego simbólico con muñecos o peluches tomando el té, los juegos de mesa en familia y las escondidas con mis primos en la casa de mi abuela. Y como mi cabeza a veces opera como la cadena de clicks que arranca en un reel de Instagram sobre cómo hacer un amigurumi de Mario Bros, y que te va llevando a otro link y ese al otro y de ahí a uno más y de golpe te encontrás viendo algo sobre la mejor época para sembrar papa, me encontré pensando en cómo el aprendizaje, cuando es a través del juego, a través de lo lúdico, no solo es más divertido y ameno, sino que ayuda a que se puedan interiorizar conceptos que, a simple vista, podrían parecer complicados de entender.
Así fue como llegué a desarrollar esta herramienta de enseñanza, que disfracé de juego:
Pero como no se puede lanzar un juego sin haberlo probado, el fin de semana pasado propuse jugarlo en casa. Los nenes se sumaron enseguida porque aman los globos, pero los convencí de que ellos fueran quienes sacaran las cartas y quedamos Marido y yo como jugadores.
Empezamos:
El gran S (hijo mayor) sacó carta:
Inflo el globo, marido no.
G (hijo menor) sacó carta:
Inflo el globo, marido no.
Y así seguimos:
¿Quién recuerda las fechas para los chequeos médicos?
Inflo el globo, marido no.
¿Quién encuentra planes interesantes para el fin de semana, que incluyan a toda la familia?
Inflo el globo, marido no.
¿Quién se encarga de planificar las comidas?
Inflo el globo, marido no.
¿Quién plancha la ropa?
No inflo el globo, marido sí1.
¿Quién sabe los nombres de cada especialista médico y cómo se saca un turno (online, por WA o por carta documento)?
Inflo el globo, marido no.
¿Quién recuerda poner ropa para lavar, colgarla y guardarla en su lugar?
Inflo el globo, marido no.
¿Quién sabe si hay que llevar ensalada o bebida para la próxima reunión familiar?
Inflo el globo, marido no.
Justo cuando pienso que mi globo está fallado porque hace rato que está como el botón de mi pantalón después de la cena de Nochebuena y las comidas de Navidad, cuando parece que va a salir volando pero sigue resistiendo, un “BUM” lo hace explotar por el aire.
Lejos de tomar esto como una derrota (sobre todo cuando armé todo como para perder) uso la oportunidad para que el juego sea la herramienta para el aprendizaje:
«Cada una de las cartitas tiene alguna cosa que ocupa mi cabeza, ya sea porque tengo que ocuparme de resolverla yo o porque tengo que pedirle a alguien que la haga y pasarle todos los detalles. Si hacen algo porque se los pido yo, la carga de ser su jefecita queda en mí, no en ustedes. Eso se conoce como CARGA MENTAL.
Yo soy el globo. Más cositas resuelvo o administro, más me voy hinchando. Hasta que en un momento: “PUM”, exploto.
Así que, por favor, no me tengan con los globitos infladitos hasta reventar.»
Los nenes me dijeron que el juego los aburrió. Marido puso cara de culo, pero ese mismo día a la noche, me dijo que entendía mi punto y, por ahora, viene haciendo buena letra.
Querida Repodrider:
Espero que estés teniendo una hermosa semana.
Por acá todo está muy bien. Dedicándole mucho tiempo a cosas para las que no tengo ganas; y con muchas ganas de cosas para las que no me da el tiempo. C’est la vie.
Es como si hubiera tenido un frasco lleno de actividades, lugares y experiencias que probar, conocer y descubrir, y de golpe saltó la tapa y todo quiere salir al mismo tiempo.
Así que acá me tienen, haciendo doscientas mil cosas por día y pensando en cómo varias de esas las puede hacer alguien más para que yo pueda tener más tiempo disponible para todo eso que quiero hacer. Y de ahí surgió esta publicación.
Sé que esto no me pasa solo a mí, así que espero que este juego te pueda ayudar a vos también. Y de ahí, la próxima encuesta:
¡Que tengas te hagas una hermosa semana!
Andre
Se plancha SU ropa porque usa ropa planchable.
Créditos:
Imagen del juego generada por ChatGPT.
Foto de portada de la publicación: Bernard Hermant en Unsplash





Genia absoluta!!! Marche un juego para mi!